CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dos horas y 14 minutos después del macrosimulacro anunciado días antes y tras la conmemoración del sismo de 1985, la Ciudad de México se estremeció de nuevo con otro terremoto de magnitud 7.1 grados Richter que dejó un saldo trágico preliminar: 49 muertos, 44 edificios colapsados, cientos de heridos, un caos en las calles y las autoridades rebasadas.
Hasta el cierre de esta edición, autoridades capitalinas y federales reportaban esa cifra mortal en la capital del país, pero ciudadanos, soldados y rescatistas aún se encontraban en labores de remoción de escombros, pues al menos en un plantel escolar del sur de la ciudad había 11 alumnos desaparecidos.
Rescatistas en la esquina de Amsterdam y Laredo, en la colonia Condesa/Foto:Alejandro Saldívar
Según un reporte de los bomberos, hacia las 19:00 horas, 105 personas habían sido rescatadas de entre los escombros de edificios en distintas partes de la metrópoli.
Las mayores afectaciones fueron en las colonias Del Valle, Narvarte, Roma y Condesa, en las delegaciones Benito Juárez y Cuauhtémoc, aunque también se registraron daños en edificios del sur, en Xochimilco, Coyoacán, Tlalpan e Iztapalapa.
El sismo ocurrió a las 13:14 horas, con epicentro a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, en el estado de Morelos. Dos horas antes, a las 11 de la mañana, el gobierno de la ciudad realizó el macrosimulacro que desde hace años practica de manera organizada y siguiendo todos los protocolos para que la gente recuerde qué hacer en caso de un sismo.
A diferencia del terremoto del pasado 7 de septiembre -de 8.1 grados Richter a las 23:50 horas-, cuando la alerta sísmica anunció lo que vendría segundos después, la tarde de este martes la tierra comenzó a temblar sin que se activara la alarma en los altavoces colocados en puntos estratégicos de la ciudad. De hecho, ésta sonó cuando ya casi terminaba el movimiento.
Los efectos obligaron a las autoridades a emitir la “Declaratoria de emergencia” en la Ciudad de México y el gobierno federal decretó la aplicación del Plan DN-III-E, y entonces sí, elementos del Ejército y la Marina llegaron a organizar los trabajos.
Sin embargo, en las redes sociales abundaron los comentarios de la falta de policías y bomberos en los puntos críticos desde los primeros minutos de la emergencia. En las calles también faltaron los uniformados para ordenar el tráfico, entonces, ciudadanos de manera espontánea hicieron esa labor.