Con la llegada de Peña Nieto a Los Pinos en 2012, la dupla OHL-PRI obtuvo la mayor de sus victorias. El éxito de la estrategia –la acumulación de más poder y más dinero– razón suficiente para continuar con su perpetuación cíclica en el poder. Pero en mente estaba el nuevo Ciclo: 2017-2018. Era prioridad asegurar el flujo de recursos para conservar el Estado de México y la Presidencia de la República.